El fin de un equipo es unir las fuerzas individuales para conseguir un objetivo común. Es fácil crearlo pero no tan sencillo mantenerlo en el tiempo por las discrepancias que pueden surgir entre sus componentes. Y menos durante un cuarto de siglo.
Aide Abogados cumple 25 años juntos y la clave para ello radica en su trabajo, constancia y confianza para con el cliente.
Y es que la filosofía del bufete es la relación con el cliente. “Para nosotros la implicación personal con nuestros clientes es nuestro gran valor, intentamos ofrecer ese buen trato unido a un buen trabajo para que sigan confiando en nosotros después de que termine su procedimiento, incluso conseguir que nos recomienden”, explica Fernando Marín, uno de los tres socios actuales.
Confianza e implicación personal
El despacho nació en 1997 de la fusión de dos despachos que apenas llevaban año y medio de vida. Una vida que empezó desde cero para ambos: como toda empresa que nace de la nada, tuvieron que pedir créditos para constituir las sociedades. En un curso de práctica jurídica, Fernando Marín, Fernando Ebro, José Ángel Basurto y Fco. Javier García Espiga se conocieron y decidieron unir sus despachos dada la confianza y entendimiento que había surgido entre ellos. Así abrieron su primera sede en Gamonal.
No se trataba de un despacho familiar, por lo que conseguir clientes no era tarea fácil. De este modo, su primera acción para la captación fue la elección de su nombre: AIDE Abogados. La mayoría de bufetes tienen el nombre de sus socios, pero en este caso se apostó por un nombre que empezase por la letra ‘A’ dado que se posicionaría en los primeros resultados de Páginas Amarillas, el Google de los años 90 para buscar profesionales. “No teníamos vinculación con abogados en la familia, necesitábamos posicionarnos a través de la publicidad de aquella época”, recuerda Marín. Eso unido a que Aide significa ‘ayuda’ en francés fue la clave para la elección del nombre.
Sus primeros clientes llegaron y con ello, la creación de esa relación de confianza. “No recordamos tanto los primeros casos en sí o los más importantes, como las personas y las vivencias que tuvimos con ellas”, expresa Fernando Marín. La implicación personal en los casos fue un plus para conseguir clientes, mantenerlos y atraer a nuevos a través de recomendaciones.
Cohesión y adaptación como equipo
En sus 25 años de trayectoria, han trabajado con más de 4.000 clientes y realizado más de 7.000 expedientes. Sin embargo, el camino hasta aquí no ha sido fácil. Como en toda empresa, hay momentos mejores y peores. Han superado las crisis económicas de 2008 y 2009 , los momentos en los que los casos escasean y, ahora, la crisis actual. El secreto está en saber adaptarse a estos momentos y el trabajo en equipo.
Como equipo, en la actualidad los tres socios trabajan juntos cuando los casos son de una alta complejidad con el fin de que el expediente esté perfectamente revisado cuando llegue al juzgado o al cliente. Por su parte, cada uno es especialista en sus propias materias.
Respecto a la evolución jurídica de la sociedad, Marín explica cómo ha cambiado en estos 25 años. “En el 97 había mucho derecho de familia y derecho de construcción. En 2008, en cambio, predominaba el derecho concursal por el cierre de las empresas y, en la actualidad, con la crisis del covid, el cliente valora la rapidez de atención por cualquier medio, ya sea Whatsapp, videoconferencias,…”.
Está claro que la sociedad avanza hacia un modelo digital en el que demanda un servicio en cualquier parte. Este es el gran reto al que se tienen que enfrentar los abogados de cara a un futuro próximo, que llegará una vez se estabilice la crisis en la que estamos sumergidos. No cabe duda de que es otro desafío al que Aide hará frente como equipo.