En la actualidad existen diferentes tipos de despidos. Uno de ellos y de los que más controversia genera entre los trabajadores es el despido disciplinario. Este despido supone la rescisión del contrato de trabajo por parte de la empresa sin la antelación establecida por ley de 15 días y sin tener que pagar una indemnización por el despido.
Dadas sus características, los resultados no son nada favorables para el trabajador. Por eso, la mejor opción que tiene es impugnar ese despido disciplinario para que se convierta en improcedente y el empleado despedido pueda optar al menos a una indemnización. En AIDE Abogados en Burgos te explicamos cómo lo puedes hacer.
Las causas del despido disciplinario
Según el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores se consideran causas para el despido disciplinario las siguientes faltas:
- Las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o impuntualidad en el horario de trabajo. No se especifican cuántas faltas suponen un incumplimiento grave del contrato, por lo que esto se verá reflejado en el convenio de la empresa.
- La desobediencia o indisciplina en el trabajo. Un exceso de confianza con el propietario de la empresa, también puede suponer el despido del empleado, si va más allá de mostrar el desacuerdo con alguna parte de las tareas encomendadas.
- Ofensas verbales o físicas al resto de trabajadores, a los familiares que convivan con ellos o al empresario. Si existe una ofensa muy grave y dañina, esta puede ser causa de despido disciplinario.
- Abuso de confianza en el desempeño del trabajo. Esto supone una transgresión de la buena fe contractual, entendida como el cumplimiento de las obligaciones del puesto del trabajador conforme a las reglas de buena fe y diligencia. De esta forma, incumplir gravemente las obligaciones del contrato por exceso de confianza, es otro motivo de despido disciplinario.
- Embriaguez habitual o toxicomanía si afectan negativamente en el desempeño de las funciones del empleado.
- El acoso discriminatorio a los trabajadores de la empresa por motivos de sexo raza, religión, creencias, discapacidad, edad u orientación sexual.
Cabe destacar que, para provocar el despido disciplinario por alguna de estas causas, los actos deben constituir un grave incumplimiento de las normas establecidas en el contrato y en los convenios de trabajo.
Consejos para impugnar el despido disciplinario
Como decíamos, las causas de ser despedido de forma disciplinaria son muy negativas para el trabajador, pues se trata de la manifestación más grave del poder del jefe sobre su empleado. Por eso, pese a que las causas para este despido quedan reflejadas en la ley, la impugnación del mismo unida a la buena defensa de un abogado especialista, pueden convertir el despido disciplinario en improcedente, obteniendo así una indemnización o la readmisión en su puesto de trabajo.
Para ello, el trabajador debe seguir unos pasos:
- Firmar la carta de despido y la liquidación del contrato expresando su ‘no conformidad’.
- A continuación, desde la fecha de despido, tiene 20 días hábiles para presentar una demanda judicial. Durante ese período debe entregar un documento de conciliación en la Unidad de Mediación, Arbitraje y Conciliación, en Burgos situado en la Oficina Territorial de Trabajo. Tras esto, la administración citará al empresario y al trabajador afectado para que intenten llegar a un acuerdo.
- En el caso de no llegar a ningún acuerdo, el trabajador deberá interponer una demanda judicial. La Justicia citará a ambas partes y si da la razón al empleado, declarará su despido como improcedente. En este caso, la indemnización será de 45 días por año trabajado hasta Febrero de 2012 y de 33 días a partir de esa fecha.
¿Qué tengo a mi favor para impugnar el despido disciplinario?
Existen una serie de cuestiones beneficiosas para el trabajador que se pueden utilizar para impugnar el despido disciplinario:
- En primer lugar, si el empresario no tiene suficientes pruebas para probar legalmente ese despido como disciplinario, es más fácil que el juez acepte la impugnación.
- Igualmente, en la carta del despido el empresario deberá mostrar las causas justificadas para calificar como disciplinaria esa destitución. Si no es así, el despido será considerado improcedente y no hará falta impugnarlo.
- La impugnación, como explicábamos antes, debe realizarse lo antes posible porque solo se cuenta con 20 días hábiles para entregar la papeleta de conciliación y si no resulta satisfactoria se procederá a la demanda judicial.
Como ves, la impugnación de un despido disciplinario es una acción sencilla que puede solucionar tu situación laboral. En AIDE Abogados estamos a tu disposición para ayudarte en Burgos. No dudes en consultarnos.