El Tribunal Supremo ha sentenciado que el impuesto de Actos Jurídicos Documentados de las hipotecas lo tiene que pagar el cliente y no la entidad bancaria. Esta decisión llega tras la declaración en 2015 de que cargar a los clientes los gastos de formalización de una hipoteca era una práctica abusiva.
Sin embargo, el timbre de los documentos notariales, el impuesto correspondiente a la matriz, se abonará a partes iguales entre el cliente y el banco y las copias, a quien lo solicite.